1 Habitación amplia
2 Servicio excepcional
3 Desayuno delicioso

1 Ruidos de vehículos
2 Colchones envejecidos

experiencia excepcional con nuestra perrita

atención comprensiva, habitaciones limpias

ruido ocasional

Esto te ahorrará tiempo y dinero

Pasé cuatro noches en este hotel. Las habitaciones son amplias, pero la falta de iluminación es un inconveniente. La limpieza es impecable y el desayuno variado. Sin embargo, el ruido proveniente de las calles puede ser molesto. Aún así, la atención del personal y la relación calidad-precio son excelentes. ¡Una buena elección para visitar!

Atención del personal muy comprensiva.

Fue una elección inteligente para unas breves vacaciones en Fátima con una increíble relación calidad-precio. El desayuno estaba muy bien, con opciones ricas que no esperábamos en un hotel de este tipo. Recomendaria llevar tapones para los oídos si tu habitación da hacia la calle, ya que puede haber algo de ruido.

cercanía a los principales monumentos y parques en fátima

Pasé cinco noches en este hotel y estaba a menos de 10 minutos a pie de los impresionantes santuarios y el Museo de Cera de Fátima, lo que hizo que mis paseos diarios por la ciudad fueran una delicia, además, las habitaciones eran amplias y muy limpias, lo que siempre te ayuda a sentirte bien durante tu estancia.

Después de un largo día de exploración, disfrutamos de una habitación amplia y silenciosa. El personal fue atento en todo momento. Además, el desayuno era de bufé, con una buena variedad de opciones. Me atienden bien cuando solicité algo en mi habitación. Sin duda volvería a este lugar.

Algunos ruidos de vehículos en la calle durante el día. El servicio de comedor debería mejorar en momentos de mayor afluencia.

El personal fue muy atento y se portó genial con los niños, especialmente con mi padre. Disfrutamos mucho de la vista desde la habitación y el desayuno fue completo y variado, con frutas frescas que a mis hijos les encantaron.

Según mi mujer, mejoraría el servicio del comedor en horas pico, ya que había mucho ruido y era complicado encontrar espacio para sentarse.

Todo muy limpio y cuidado. La atención del personal fue increíble, muy atentos en cada momento. El desayuno ofrecía una gran variedad y si pides huevos revueltos, ¡te los traen a la mesa!

Todo ha sido de primera.

La habitación era muy práctica y el desayuno a la carta estaba delicioso, especialmente los huevos revueltos que nos sirvieron en la mesa. Además, disfrutamos de la sala de juegos y una agradable zona de descanso para relajarnos después de un día ajetreado. Por ponerle un pero, los colchones podrían ser un poco más cómodos. ¡Recomiendo llevar almohadas extra para mayor confort! 😄

La habitación era tan amplia que casi necesitaba un mapa para encontrar la cama. ¡Y ni hablemos del desayuno! Tenían panes más frescos que las historias que cuenta mi abuela. Perfecto para comenzar el día con energía y un par de kilos extra.

Colchones envejecidos

Pasé tres noches en el Santo Condestavel y debo decir que el trato del personal fue excepcional. Todo el mundo se mostró muy amable y, en especial, Xavier nos ayudó mucho con recomendaciones sobre lugares para visitar. La habitación era amplia y la limpieza impecable. El desayuno fue completo, con una buena variedad de frutas y panes, lo cual fue un gran comienzo para el día. Sin embargo, noté que los colchones estaban un poco envejecidos, algo que afectan la comodidad del descanso. En general, el hotel tiene una buena oferta, pero no estaría mal una renovación en los colchones para asegurar un mejor descanso. A pesar de esto, definitivamente volvería gracias a la atención recibida y la excelente comida.

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y muy amables. Me encantó el desayuno variado, especialmente el arroz Koshihikari que se ofrecía. Sin embargo, noté que los colchones estaban un poco envejecidos y podrían mejorar, además, había algo de ruido proveniente de la calle que a veces interrumpía la tranquilidad de la estancia. En general, es un lugar muy acogedor con un trato cercano y un servicio agradable.

El santo condestavel es un excelente hotel. Destaco la amabilidad de todo el personal, especialmente de Xavier, quien se preocupó por nosotros y nos ayudó con recomendaciones geniales sobre dónde comer y qué visitar. La habitación era amplia y confortable, muy cerca del santuario de Fátima. Además, el desayuno en bufet tenía muchas opciones ricas, ¡una delicia!

lo recomiendo encarecidamente